Indultitis aguda;

Corrida (20-08-18)
Tarde de toros en Cuenca, plena ebullición de la feria de San Julián y con el aliciente de la corrida monstruo... en los carteles , Morante, Manzanares , El Juli y Roca Rey con toros de José Vázquez.
Salió el sexto toro de la tarde de hechuras similares a los anteriores justitos incluso para una plaza como Cuenca, el encargado de lidiarlo sería El Juli, recibimiento capotero, sonaron clarines y entran los picadores al ruedo, el toro fue al caballo y prácticamente ni se empleó, medio puyazo y cambio de tercio, tras las banderillas (5 por cierto) lopecinas para lucirse ante un ya excesivamente entregado público y comienza la faena de muleta, toro más que noble, en mi opinión sin clase alguna, iba porque tenía que ir y ya está, no transmitía, pero ahí fue listo el torero, y supo qué  hacer para buscar el regocijo y lucimiento, derechazo y derechazo con la muleta  en la cara, naturales y circulares, de lo mejorcito  de la feria por supuesto pero... de ahí a lo que acabó pasando hay un camino muy largo, faena quizá  más que buena teniendo en cuenta siempre que estamos hablando  de una plaza como Cuenca, sobrepasando  los 10 minutos de faena ni un aviso había sonado en el coso conquense, el diestro seguía y seguía con circulares a los que el toro iba por inercia sin ya prácticamente fuerza, pero vuelvo a repetir, listo y veterano "El Juli" que con sus 20 años de alternativa volvió a demostrar hacia donde ha evolucionado su concepto en los últimos años renunciando a entrar a matar a "Aguamiel" que tuvo la suerte de ser lidiado por una *figura del toreo* de no ser así... su suerte hubiera cambiado, en mi opinión hubiera sido lo correcto, de hecho el ganadero debería rechazar ese toro si algo de vergüenza tuviera, pero evidentemente un toro indultado por "El Juli" vende mucho, solo hay que ver que al día siguiente Jose Garrido cuajó un noble toro con una faena de mayor transmisión que el diestro madrileño, pero...ya sabemos como funciona esto; cronómetro en mano y pasados los 12 minutos el público ya en pleno jolgorio no paraba de agitar pañuelos y dió el impulso perfecto al presidente para que sacara el pañuelo naranja y Aguamiel sin haber emocionado al verdadero aficionado ni con dos pases seguidos volvía vivo a los corrales. "El Juli" dió la vuelta al ruedo (rabo en mano), algo que choca con el reglamento ya que nadie pidió las orejas una vez indultado el toro, pero bueno eso junto al tiempo de faena sin avisos son meros detalles teniendo en cuenta que un toro, bueno para Cuenca pero sin geniales aptitudes acababa de ser indultado... Lo dicho año de indultitis en la tauromaquia, el problema lo tenemos dentro.



                                            Diego Merchante

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